Las muestras artísticas se convirtieron en una invitación para los bartolinos a ser sembradores de paz en su cotidianidad, reconociéndose como agentes comprometidos con el desarrollo de un presente y un futuro llenos de esperanza.

Asimismo, se animó a la comunidad educativa a reconocer nuestra espiritualidad como una fuente de identidad, poniendo en práctica la capacidad de discernir en nuestras decisiones personales y comunitarias. También se destacó la importancia de explorar alternativas de vida sencilla que promuevan el uso racional de los recursos, fortaleciendo el compromiso con el cuidado de nuestra casa común.

Agradecemos a los grados tercero y sexto por liderar estos espacios que nos inspiran a cultivar vínculos de encuentro, fraternidad y solidaridad.