La Eucaristía fue presidida por Monseñor Alejandro Díaz García, Obispo Auxiliar de Bogotá, quien reconoció la preparación, el discernimiento y la disposición de los jóvenes para recibir este sacramento, acogiéndolos con alegría en nombre de la Iglesia.

Durante la celebración, los confirmandos renovaron sus promesas bautismales, reafirmando su decisión de renunciar al mal, al egoísmo, a la violencia y a toda injusticia, y profesando con profunda convicción su fe cristiana.

Luego, por medio de la imposición de manos y la unción con el Santo Crisma, se pidió que la presencia y la fuerza del Espíritu Santo llenaran la vida de cada uno de ellos con dones de sabiduría, fortaleza, amor y paz, iluminando y acompañando su camino.

De esta manera, fortalecidos por la gracia recibida, los jóvenes fueron enviados a ser testigos vivos de su fe, comprometidos a construir el Reino de Dios en su vida cotidiana a través de obras concretas de servicio, justicia, amor y esperanza.