Durante cuatro días, los participantes profundizaron en aspectos significativos de su identidad personal, sus vínculos familiares, la realidad social del país y los rasgos del liderazgo inspirado en la Espiritualidad Ignaciana.

De esta manera, los jóvenes descubrieron la importancia de cultivar sus opciones desde el discernimiento, para así contribuir en sus contextos familiares y promover cambios hacia una sociedad más justa, fraterna y en paz.

La Dirección de Pastoral agradece inmensamente a las familias de estos cursantes y asesores por la esperanza y alegría compartidas durante este Curso Taller. Seguimos encomendando sus vidas para que, a la luz de la experiencia del Río Cardoner de Ignacio de Loyola, puedan “ver con ojos nuevos” la cotidianidad y sus vivencias personales.